Los cajeros de los bancos se han convertido en un elemento imprescindible en la vida cotidiana, bien para retirar dinero (lo más habitual), aunque también para realizar transferencias u otras operaciones bancarias. Sin embargo, a diferencia de la banca electrónica u otros métodos de pago online, únicamente cuatro dígitos del código PIN protegen al usuario de la tarjeta bancaria de posibles robos. ¿Por qué cuatro y no más?
La explicación se remonta al inventor de estas máquinas, el escocés John Adrian Shepherd-Barron. En la idea original, había propuesto un código PIN de seis dígitos porque coincidía con los números de identificación del ejército, también de seis cifras, según recoge la web Techworm.
Su mujer Caroline fue la primera persona que probó su invento, y rechazó de plano la idea de un PIN de seis dígitos para rebajarlo a cuatro números, ya que no era capaz de memorizar una secuencia mayor. Finalmente, Shepherd-Barron aceptó la propuesta de su esposa.
El uso del PIN se ha extendido no solo en el ámbito bancario: todos los móviles cuentan al menos con un código PIN de cuatro dígitos para desbloquear la tarjeta SIM, e incluso Windows 10 ofrece a sus usuarios la posibilidad de acceder a su sesión en el ordenador a través de un código de cuatro cifras.
En torno al código PIN bancario han surgido también numerosos bulos en internet. Uno de los más extendidos es que al marcarlo del revés se bloquea la tarjeta y se da un aviso a la Policía.
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